La cerámica Franke, una combinación perfecta de naturaleza y diseño, se fabrica con cerámica líquida que, una vez cocida, crea un material con una suavidad sin precedentes y una enorme resistencia. Tanto si prefiere el diseño clásico como el moderno, le encantarán las delicadas formas y los expresivos colores de nuestros fregaderos de cerámica.
La cerámica Franke se cuece durante 20 horas en un horno de elevada temperatura. Este proceso genera una superficie muy dura, resistente a las rayadas, a prueba de calor e inalterable a ácidos y lejías.
La cerámica es un material completamente natural, elegante y sorprendentemente práctico. En Franke aplicamos un acabado brillante que repele la suciedad y permite limpiar con agua y jabón cualquier mancha. Así, podrá disfrutar de su fregadero de cerámica año tras año.
Se inyecta cerámica líquida formada por cuarzo, tierra de porcelana y caolín en un molde a alta presión, antes de secarse, se alisan las imperfecciones de la superficie con esponjas y se hacen los orificios para los accesorios y el grifo.
Un fregadero de porcelana puede tardar varios días en secarse a temperatura ambiente, la temperatura de secado final alcanza 160 °C y suele tardar 40 horas.
Por último, cocemos el fregadero durante 20 horas en un horno a 1200 °C. En todas las etapas, el fregadero se somete a estrictos controles a cargo de especialistas experimentados para hacer que sea maravilloso.
Todo lo que necesita hacer para mantener su fregadero de cerámica como nuevo es limpiarlo a diario con un paño húmedo suave y detergente líquido común. Evite líquidos o polvos abrasivos.
Más consejos sobre el cuidado de su fregadero Franke
Después del secado, los fregaderos se alisan nuevamente a mano y se pulveriza el esmalte final sobre la superficie. El espesor del esmalte y la consistencia del color se controlan cuidadosamente para garantizar un acabado uniforme.